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jueves, septiembre 22, 2016

Espera



Espera que el susurro te desenrede,
 y los hilos de la tranquilidad,
tejan una vez mas lo que precede,
dando cobijo y fuego a la serenidad.

Deja que  la melodía sea tu barquero,
que las finas olas al chocar,
te lleven una vez mas a ese verdadero,
momento para pensar y soñar.

Divide cada palabra que nazca de ese instante,
suspira cada una de sus silabas,
dibuja cada trazo eterno y brillante,
y detén el tiempo en tus páginas.

Espera que la mitad que te rodea,
 forme parte de la mitad que te guardas.
Y con tus ojos desea,
lo que en tu corazón resguardas.

Vivir el presente



“Un hombre se le acercó a un sabio anciano y le dijo:
 -Me han dicho que tú eres sabio…. Por favor, dime qué cosas puede hacer un sabio que no está al alcance de las demás de las personas. 
El anciano le contestó:
 -Cuando como, simplemente como; duermo cuando estoy durmiendo, y cuando hablo contigo, sólo hablo contigo. 
Pero eso también lo puedo hacer yo y no por eso soy sabio, le contestó el hombre, sorprendido. 
Yo no lo creo así, le replicó el anciano. Pues cuando duermes recuerdas los problemas que tuviste durante el día o imaginas los que podrás tener al levantarte. Cuando comes estás planeando lo que vas a hacer más tarde. Y mientras hablas conmigo piensas en qué vas a preguntarme o cómo vas a responderme, antes de que yo termine de hablar. El secreto es estar consciente de lo que hacemos en el momento presente y así disfrutar cada minuto del milagro de la vida.”
Extraído: Internet, http://psiqueviva.com

viernes, septiembre 02, 2016

Pequeño soñador



Guerrero de tu reino del desorden,
fuerza por alegría y corazón.
Artista de pinturas que como tu, crecen.
Y maestro de mi tiempo y pasión.

Regalando mil palabras con sabor,
bailando con el viento cada canción.
Hambriento de mil batallas en tu interior,
tren que cada día disfruto en mi estación.

Intensidad embriagada del ciclón de tu voz,
sentimientos disfrutando de tu libertad.
Aventurero de tu mágico mundo de Oz,
sastre del los trajes de la felicidad.

Pequeño corazón de mi victoria,
jardinero de las flores de mi camino.
Mi mirada bajo tu destino,

compartiendo y escribiendo nuestra historia.

El vuelo del halcón



Un rey recibió como obsequio dos pequeños halcones y los entregó al maestro de cetrería para que los entrenara. Pasado unos meses, el maestro le informó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente, pero que al otro, no sabía que le sucedía pues no se había movido de la rama donde lo dejó, desde el día que llegó. 
El rey mandó a llamar a curanderos y sanadores para que vieran al halcón, pero nadie pudo hacerlo volar. Al día siguiente el monarca decidió comunicar a su pueblo que ofrecería una recompensa a la persona que hiciera volar al halcón. A la mañana siguiente, vio al halcón volando ágilmente por los jardines. 
El rey le dijo a su corte:
—Traedme al autor de este milagro. Su corte le llevó a un humilde campesino. El rey le preguntó:
—¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres acaso un mago? Intimidado el campesino le dijo al rey:
—Fue fácil, mi Señor, sólo corté la rama y el halcón voló, se dio cuenta de que tenía alas y se largó a volar.
Alcancemos alturas antes de que alguien nos corte nuestra rama…
Extraído: internet, https://reflexionesdesdeelcuento.wordpress.com