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martes, abril 25, 2017

Si tuviera ... sería feliz



Cuentan que una vez un hombre caminaba por la playa en una noche de luna llena mientras pensaba:
– “Si tuviera un auto nuevo, sería feliz”
– ” Si tuviera una casa grande, sería feliz”
– ” Si tuviera un excelente trabajo, sería feliz”
– ” Si tuviera pareja perfecta, sería feliz”
En ese momento, tropezó con una bolsita llena de piedras y empezó a tirarlas una por una al mar cada vez que decía: “Sería feliz si tuviera…” 
Así lo hizo hasta que solamente quedaba una piedrita en la bolsa, la cual guardó. Al llegar a su casa se dio cuenta de que aquella piedrita era un diamante muy valioso. ¿Te imaginas cuantos diamantes arrojó al mar sin detenerse y apreciarlos? 
¿Cuántos de nosotros pasamos arrojando nuestros preciosos tesoros por estar esperando lo que creemos perfecto o soñado y deseando lo que no se tiene, sin darle valor a lo que tenemos cerca nuestro? 
Mira a tu alrededor y si te detienes a observar te darás cuenta de lo afortunado que eres, muy cerca de ti está tu felicidad, y no le has dado la oportunidad de demostrarlo.
Cada uno de nuestros días es un diamante precioso, valioso e irremplazable.
Depende de ti aprovecharlo o lanzarlo al mar del olvido para nunca más poder recuperarlo.
Extraído: Internet, https://sabiasmoralejas.wordpress.com

viernes, abril 21, 2017

Al acabar el libro


Desenreda el momento de la última página,
nudo medido de emociones.
Escapa de nuevo a la realidad vecina,
y espera que broten las impresiones.

Camino de letras recorrido,
bajo el horizonte a la deriva.
Última parada del tendido,
albergando la experiencia cautiva.

Respirando diferente la vida,
portando la mochila del saber.
Siguiendo la senda encendida,
y el corazón en el creer.

Saborea el último punto,
la ultima montaña del viaje.
Porque dentro del conjunto,

te has llevado el equipaje.

La fábula del puerco espí­n



Durante la Edad de Hielo, muchos animales murieron a causa del frío.

Los puerco espí­n dándose cuenta de la situación,decidieron unirse en grupos. De esa manera se abrigarían y protegerían entre sí­,pero las espinas de cada uno herían a los compañeros más cercanos, los que justo ofrecían más calor. Por lo tanto decidieron alejarse unos de otros y empezaron a morir congelados.

Ahí­ que tuvieron que hacer una elección, o aceptaban las espinas de sus compañeros o desaparecían de la tierra. Con sabiduría decidieron volver a estar juntos. De esa forma aprendieron a convivir con las pequeñas heridas que la relación con un ser muy cercano puede ocasionar,ya que lo más importante es el calor del otro.
                           
De esa forma pudieron sobrevivir.
                     
Moraleja de la historia

LA MEJOR RELACIÓN NO ES AQUELLA QUE UNE A PERSONAS PERFECTAS, SINO AQUELLA EN LA QUE CADA INDIVIDUO APRENDE A VIVIR CON LOS DEFECTOS DE LOS DEMAS Y A ADMIRAR SUS CUALIDADES..

Extraído: Internet, tumentecreaturealidad.blogspot.com

jueves, abril 06, 2017

La libélula



     Poco después, una de dichas larvas sintió un deseo irresistible de ascender hasta la superficie. Comenzó a caminar hacia arriba por uno de los finos tallos verticales y cuando finalmente estuvo fuera, se puso a descansar sobre una hoja de lirio. Entonces experimentó una transformación magnifica que la convirtió en una hermosa libélula con unas alas bellísimas. Trató de cumplir su promesa, pero fue en vano. Volando de un extremo al otro de la charca podía ver a sus amigas sobre el fondo. Entonces comprendió que incluso si ellas a su vez hubieran podido verla, nunca habrían reconocido en esta criatura radiante a una de sus compañeras.
   El hecho de que después de esa transformación que llamamos muerte no podamos ver a nuestros amigos ni comunicarnos con ellos no significa que hayan dejado de existir.
Extraído: Cuentos Para Crecer Y Curar, Michel Dufour