Al fin el asno dijo a su compañero:
-¿Cómo es que me encuentro siempre con problemas, cayéndome y haciéndome rasguños en las patas, a pesar de que miro cuidadosamente al suelo mientras camino, mientras que tú que nunca pareces ser consciente de lo que te rodea, con tus ojos fijos en el horizonte, mantienes un paso tan rápido y fácil en apariencia?
Respondió el camello:
-Tu problema es que tus
pasos son demasiados cortos y cuando has visto algo es demasiado tarde
para corregir tus movimientos. Miras a tu alrededor y no evalúas lo que
ves. Piensas que la prisa es velocidad, imaginas que mirando puedes ver,
piensas que ver cerca es lo mismo que ver lejos. Supones que yo miro el
horizonte, aunque en realidad sólo contemplo hacia el frente como modo
de decidir qué hacer cuando lo lejano se convierta en cercano. También
recuerdo lo que ha sucedido antes y así no necesito mirar hacia atrás y
tropezar una vez más. De este modo lo que te parece confuso o difícil se
vuelve claro y fácil.
Autor: Idries Shah
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