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martes, abril 12, 2016

La puerta negra




Érase una vez en un país muy lejano un rey que era muy polémico por sus acciones.
Tomaba a los prisioneros de guerra y los llevaba hacia una enorme sala. Los prisioneros eran colocados en grandes hileras en el centro de la sala y el rey gritaba diciéndoles:
-Les voy a dar una oportunidad, miren el rincón del lado derecho de la sala.
Al hacer esto, los prisioneros veían a algunos soldados armados con arcos y flechas, listos para cualquier acción.
-Ahora, continuaba el rey, miren hacia el rincón del lado izquierdo.
Al hacer esto, todos los prisioneros notaban que había una horrible y grotesca puerta negra, de aspecto dantesco, cráneos humanos servían como decoración y el picaporte para abrirla era la mano de un cadáver. En verdad, algo verdaderamente horrible solo de imaginar, mucho más para ver.
El rey se colocaba en el centro de la sala y gritaba:
- Ahora escojan, ¿qué es lo que ustedes quieren? ¿Morir clavados por flechas o abrir rápidamente aquella puerta negra mientras los dejo encerrados allí? Ahora decidan, tienen libre albedrío, escojan.
Todos los prisioneros tenían el mismo comportamiento: a la hora de tomar la decisión, ellos llegaban cerca de la horrorosa puerta negra de más de cuatro metros de altura, miraban los cadáveres, la sangre humana y los esqueletos con leyendas escritas del tipo: "viva la muerte", y decidían: -"Prefiero morir atravesado por las fechas."
Uno a uno, todos actuaban de la misma forma, miraban la puerta negra y a los arqueros de la muerte y decían al rey:
- "Prefiero ser atravesado por flechas a abrir esa puerta y quedarme encerrado".
Millares optaron por lo que estaban viendo que hacían los demás: elegir la muerte por las flechas. 
Un día, la guerra terminó. Pasado el tiempo, uno de los soldados del "pelotón de flechas" estaba barriendo la enorme sala cuando apareció el rey. El soldado con toda reverencia y un poco temeroso, preguntó: - "Sabes, gran rey, yo siempre tuve una curiosidad, no se enfade con mi pregunta, pero, ¿qué es lo que hay detrás de aquella puerta negra?"
El rey respondió: Pues bien, ve y abre esa puerta negra." 
El soldado, temeroso, abrió cautelosamente la puerta y sintió un rayo puro de sol besar el suelo de la enorme sala, abrió un poco más la puerta y más luz y un delicioso aroma a verde llenaron el lugar.
El soldado notó que la puerta negra daba hacia un campo que apuntaba a un gran camino. Fue ahí que el soldado se dio cuenta de que la puerta negra llevaba hacia la libertad.
Extraído: internet, http://psicologia-estrategica.com

lunes, abril 11, 2016

El verdadero valor del anillo





Cuenta una vieja historia española, que un joven que tenía poca estima fue a visitar a un maestro conocido por ser un excelente motivador, a quién le dijo:

Maestro, estoy aquí porque me siento tan poca cosa que no tengo ganas de hacer nada.
- Hay personas que me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto.
¿Qué puedo hacer para que me valoren más?

Entonces el maestro se quitó su anillo de boda que llevaba en el dedo anular de su mano izquierda y añadió:
- Ve al mercado a vender este anillo pero no aceptes menos de una moneda de oro. Ve y regresa con la moneda de oro.

El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó al mercado, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes, que lo miraban con interés hasta que el joven decía que quería una moneda de oro por el anillo.

Algunos se reían y giraban su cara, otros ofrecían una moneda de plata o de bronce, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro y rechazó toda oferta.

Un anciano fue lo bastante amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era demasiado valiosa para entregarla a cambio de un anillo.

Después de ofrecer la joya a todas las personas que cruzaron con él en el mercado, regresó a casa del maestro sintiéndose abatido por su fracaso pensando que el anillo no tenía mucho valor.

Al llegar, dijo: Maestro, Lo Siento! - No me fue posible vender el anillo por una moneda de oro. El precio que pides por ella es demasiado alto.

Entonces el maestro sonriendo le contestó: Ahora debemos de saber cuál es el verdadero valor del anillo.
- Ve a donde el joyero. ¿Quién mejor que él puede saberlo?
- Dile que desearías vender el anillo y pregúntale cuánto te da por él. Pero no importa lo que te ofrezca: no se lo vendas. Vuelve aquí con el anillo.

El joven fue a donde el joyero quien examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo al joven:

-Dile al maestro, que si lo quiere vender ya mismo, yo puedo darle cincuenta y ocho monedas de oro por su anillo.

-¿Cincuenta y ocho monedas? –exclamó el joven.

-Sí –replicó el joyero-. Yo sé que con el tiempo podríamos obtener por él cerca de setenta monedas de oro o mas.

El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.

-Siéntate – dijo el maestro después de escucharlo. Tú eres como ese anillo: una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte un verdadero experto.
- ¿Por qué vas por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?


Extraído: Déjame que te cuente, Jorge Bucay

Imagina



Delirios de estrellas en la razón,
mil eternos momentos en el corazón.
Aire en el alma al despertar,
hoguera de la llama al respirar.

Palabras pintadas de tiempo,
océanos de sueños,
abrazos con un sincero momento,
navegante de viajes eternos.

Mil mundos despiertos,
infinitas puertas que rompen silencios
mochila vieja llena de sueños,
y un camino iniciado con aroma de suspiros.

jueves, abril 07, 2016

El árbol de los problemas



"Había contratado un carpintero para ayudarme a reparar mi vieja granja. Él acababa de finalizar su primer día de trabajo que había sido muy duro. Su sierra eléctrica se había estropeado lo que le había hecho perder mucho tiempo y ahora su antiguo camión se negaba a arrancar.


Mientras lo llevaba a su casa, permaneció en silencio. Una vez que llegamos, me invitó a conocer a su familia. Nos dirigíamos a la puerta de su casa y se detuvo brevemente frente a un precioso olivo centenario. Tocó el tronco con ambas manos.

Al entrar en su casa, ocurrió una sorprendente transformación. Su bronceada cara sonreía plenamente. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa. La energia había cambiado completamente. Posteriormente me acompañó hasta el coche.

Cuando pasamos cerca del olivo, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo visto cuando entramos.


- Ese es mi árbol de los problemas, – contestó


- Sé que no puedo evitar tener problemas durante el día como hoy en el trabajo por ejemplo, pero no quiero traer estos problemas a mi casa. Así que cuando llego aquí por la noche cuelgo mis problemas en el árbol. Luego a la mañana cuando salgo de mi casa los recojo otra vez.

- Lo curioso es, – dijo sonriendo – que cuando salgo a la mañana a recoger los problemas del árbol, ni remotamente encuentro tantos como los que recuerdo haber dejado la noche anterior.


Extraído: Internet, elesconditedebetty.blogspot.com

El caminante



El caminante recorre su camino,
tropieza con sus piedras,
disfruta de la belleza de sus laderas,
se apoya en el bastón de la familia y los amigos.

El caminante disfruta de los sueños vividos,
llora los momentos perdidos,
imagina los tiempos futuros,
y desea mas tiempo junto a los suyos.

El caminante nació en un camino,
dio sus primeros pasos bajo el umbral desconocido,
observó unos instantes todo aquel recorrido,
y sin ver el final, sonrió, y comenzó su camino.  

martes, marzo 22, 2016

Un momento de té



Saboreo el aroma del te,
Dejo que la música sea mi guía. 
Pinto de blanco mi mente,
Pincelo palabras de armonía. 

Teclas de un piano lejano,
Paseo sin dar un paso por un sendero imaginario. 
Sedas de calma al viajero,
Alma de mochila y de sueños un recetario. 

Un instante para algunos,
Un momento para otros. 
Un infinito para el viajero,
un té con aroma sincero. 

lunes, marzo 21, 2016

Sombra de tiempo


Sus pasos nunca miran atrás,
luz al inicio de su camino,
Oscuridad al final,
y siempre el rey de tu destino.

Bolsa de muchos viajeros,
brújula de unos tantos incautos.
Compañero de confidencias,
enemigo de soñadores.

Punto y final de textos,
silencio infinito en conversaciones.
Mundo para muchos,
pequeño para los que viven de las ilusiones.

Sus pasos marcan vidas,
luz bajo su sombra.
Oscuridad en sus flechas,
y siempre el rey de su obra.

Los zapatos del hombre afortunado



Hace ya mucho, mucho tiempo… en un reino muy, muy lejano… había un rey cuyo poder y riqueza eran tan enormes como profunda era la tristeza que cada día le acompañaba. Lo tenía todo y aun así no conseguía ser feliz, siempre sentía que le faltaba algo. Un día, harto de tanto sufrimiento, anunció que entregaría la mitad de su reino a quien consiguiera devolverle la felicidad.
Tras el anuncio, todos los consejeros de la corte comenzaron a buscar una cura. Trajeron a los sabios más prestigiosos, a los magos más famosos, a los mejores curanderos… incluso buscaron a los más divertidos bufones, pero todo fue inútil, nadie sabía cómo hacer feliz a un rey que lo tenía todo.
Cuando, tras muchas semanas, ya todos se habían dado por vencidos, apareció por palacio un viejo sabio que aseguró tener la respuesta:
“Si hay en el reino un hombre completamente feliz, podréis curar al rey. Solo tenéis que encontrar a alguien que, en su día a día, se sienta satisfecho con lo que tiene, que muestre siempre una sonrisa sincera en su rostro, que no tenga envidia por las pertenencias de los demás… Y cuando lo halléis, pedidle sus zapatos y traedlos a palacio.
Una vez aquí, su majestad deberá caminar un día entero con esos zapatos. Os aseguro que a la mañana siguiente se habrá curado”.
El rey dio su aprobación y todos los consejeros comenzaron la búsqueda.
Pero algo que en un principio parecía fácil, resultó no serlo tanto: pues el hombre que era rico, estaba enfermo; el que tenía buena salud, era pobre; el que tenía dinero y a la vez estaba sano, se quejaba de su pareja, o de sus hijos, o del trabajo… Finalmente se dieron cuenta de que a todos les faltaba algo para ser totalmente felices.
Tras muchos días de búsqueda, llegó un mensajero a palacio para anunciar que, por fin, habían encontrado a un hombre feliz. Se trataba de un humilde campesino que vivía en una de las zonas más pobres y alejadas.
El rey, al conocer la noticia, mandó buscar los zapatos de aquel afortunado. Les dijo que a cambio le dieran cualquier cosa que pidiera.
Los mensajeros iniciaron un largo viaje y, tras varias semanas, se presentaron de nuevo ante el monarca.
-Bien, decidme, ¿lo habéis conseguido? ¿Habéis localizado al campesino?
-Majestad, tenemos una noticia buena y una mala. La buena es que hemos encontrado al hombre y en verdad que es feliz. Le estuvimos observando y vimos la ilusión en su mirada en cada momento del día. Hablamos con él y nos recibió con una amplia sonrisa y con la alegría reflejada en sus ojos…

-¿Y la mala? -preguntó el rey impaciente.
- Que no tenía zapatos.
Extraído: Internet, http://terapiasgestalt.es

domingo, octubre 18, 2015

La muñeca viajera



Un año antes de su muerte, Franz Kafka vivió una experiencia insólita. Paseando por el parque Steglitz, en Berlín, encontró a una niña llorando desconsolada: había perdido su muñeca.

Kafka se ofreció a ayudar a buscar la muñeca y se dispuso a reunirse con ella al día siguiente en el mismo lugar.
Incapaz de encontrar a la muñeca compuso una carta “escrita” por la muñeca y se la leyó cuando se reencontraron:

- “Por favor no llores, he salido de viaje para ver el mundo. Te voy a escribir sobre mis aventuras ...“

- Este fue el comienzo de muchas cartas.

Cuando él y la niña se reunían, él le leía estas cartas cuidadosamente compuestas de aventuras imaginarias sobre la querida muñeca. La niña fue consolada. Cuando las reuniones llegaron a su fin, Kafka le regaló una muñeca. Ella obviamente la veía diferente de la muñeca original . Una carta adjunta explicó:

-"mis viajes me han cambiado … “ -

Muchos años más tarde, la chica ahora crecida, encontró una carta metida en una grieta desapercibida dentro de la muñeca. 

En resumen, decía: -" Cada cosa que amas es muy probable que la pierdas, pero al final, el amor volverá de una forma diferente“- .

Extraído: Internet, Facebook 





lunes, octubre 12, 2015

El campo fértil




Un Maestro dejó a uno de sus discípulos un arrozal para que lo cuidara durante tres años. Cuando el primer año llegó a su término, el Maestro fue a ver el campo y la cosecha había sido muy buena, puesto que el discípulo había provisto a la tierra del agua que necesitaba. 
Transcurrió otro año, y resultó que la cosecha fue más abundante que la anterior, puesto que el joven había abonado convenientemente el campo. Cuando el tercer año finalizó, el Maestro se dirigió al arrozal para ver los resultados obtenidos. Pero resulta que el discípulo, entusiasmado con lo producido en el año anterior, abonó demasiado la tierra que dio muchísimo arroz pero tan pequeño y frágil que no servía para comerciar con él. En realidad, fue una cosecha inútil, y  el trabajo realizado no dio ningún fruto.


Entonces el Maestro dijo a su discípulo: "Así pasa con las personas. Fortaleces a alguien cuando le ayudas un poco. Pero si le ayudas demasiado, lo debilitas. "
Extraído: http://www.caminosalser.com/798-cuentos_leyendas_relatos/el-campo-fertil-lo-importante-es-ser-luz-un-cuento-sufi-cuentos-con-sabiduria/







domingo, octubre 04, 2015

La mariposa azul




 Había un viudo que vivía con sus dos hijas curiosas e inteligentes. Las niñas siempre hacían muchas preguntas. A algunas de ellas, él sabía responder, a otras no...
Como pretendía ofrecerles la mejor educación, mandó las niñas de vacaciones con un sabio que vivía en lo alto de una colina.


El sabio siempre respondía a todas las preguntas sin ni siquiera dudar.
Impacientes con el sabio, las niñas decidieron inventar una pregunta que él no sabría responder.
Entonces, una de ellas apareció con una linda mariposa azul que usaría para engañar al sabio.


-¿Qué vas a hacer?-preguntó la hermana.


-Voy a esconder la mariposa en mis manos y preguntarle al sabio si está viva o muerta.


-Si él dijese que está muerta, abriré mis manos y la dejaré volar. Si dice que está viva, la apretaré y la aplastaré.


Y así, cualquiera que sea su respuesta, ¡será una respuesta equivocada!

-Las dos niñas fueron entonces al encuentro del sabio, que estaba meditando.

- Tengo aquí una mariposa azul. Dígame, sabio, ¿está viva o muerta?

-Muy calmadamente el sabio sonrió y respondió:

-Depende de ti... Ella está en tus manos.

Así es nuestra vida, nuestro presente y nuestro futuro. No debemos culpar a nadie cuando algo falle; somos nosotros los únicos responsables por nuestros errores y malas decisiones.

"Como ocurre con la mariposa azul, nosotros podemos elegir entre la Vida y la Muerte"
Tú decides. . .


Extraído: http://para-mentes-despiertas.blogspot.com.es/2012/10/la-mariposa-azulcuento.html